domingo, 6 de febrero de 2011

Mural de la ciencia (21/01/2011-4/02/2011)

El Meteorito Caído en Sudán en 2008 Procede de un Astro Desconocido
21 de Enero de 2011.
 
El Importante Papel de los Campos Magnéticos en los Chorros de Partículas Emitidos Por Estrellas Jóvenes
24 de Enero de 2011.
En el universo, los chorros de partículas subatómicas son expulsados por tres fenómenos: agujeros negros supermasivos en los centros de algunas galaxias, agujeros negros pequeños o estrellas de neutrones consumiendo material de sus estrellas compañeras, y soles jóvenes que están todavía en el proceso de recolectar materia de sus alrededores. Hay muchos casos de detección de campos magnéticos en los chorros de los dos primeros fenómenos. Pero, hasta ahora, no se había confirmado la presencia de campos magnéticos en los chorros de las estrellas jóvenes.El nuevo descubrimiento aporta un indicio firme de que los tres tipos de chorros se originan a partir de un mismo proceso básico, tal como señalan Carlos Carrasco González, del Instituto de Astrofísica de Andalucía, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en España, y Luis Rodríguez de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Los astrónomos usaron el radiotelescopio VLA de la Fundación Nacional de Ciencia de EE.UU. para estudiar una estrella joven a unos 5.500 años-luz de la Tierra, llamada IRAS 18162-2048. Esta estrella, que posiblemente cuenta con una masa 10 veces mayor que la de nuestro Sol, está expulsando un chorro que ya tiene 17 años-luz de largo.

Observando este objeto durante 12 horas con el VLA, los científicos encontraron que las ondas de radio provenientes del chorro tienen una característica indicativa de que surgieron a raíz de la interacción de electrones de rápido movimiento con campos magnéticos. Esta característica, llamada polarización, se traduce en una alineación preferencial para los campos eléctricos y magnéticos de las ondas de radio.

El descubrimiento puede permitir lograr un conocimiento más profundo de la física de los chorros, así como del papel que cumplen los campos magnéticos en la formación de nuevas estrellas. Los chorros de las estrellas jóvenes, a diferencia de los chorros de otros tipos, emiten una radiación que proporciona información sobre las temperaturas, velocidades y densidades dentro de ellos. Esta información, combinada con los datos de los campos magnéticos, es lo que puede hacer aumentar ostensiblemente el grado de conocimiento de los científicos sobre el funcionamiento de dichos chorros.


Científicos de muchas partes del mundo están dando una segunda y más detallada mirada al meteorito, del tamaño de un automóvil, que explotó sobre el desierto de Nubia en Sudán, en 2008.
La investigación inicial se centró en la clasificación de los fragmentos del meteorito que se recogieron entre dos y cinco meses después de que se esparciesen por el desierto como consecuencia de la explosión y fuesen rastreados por la Red Astronómica de Objetos Cercanos a la Tierra, de la NASA.

Ahora, ya comienzan a aparecer estudios que profundizan en detalles de estos fragmentos y que van a ser decisivos para poder determinar el origen del meteorito.
En la primera ronda de investigaciones, Doug Rumble del Laboratorio Geofísico del Instituto Carnegie, y Muawia Shaddad de la Universidad de Jartum, examinaron un fragmento del cuerpo celeste, llamado 2008 TC3, y determinaron que pertenece a una categoría muy rara de meteorito. Los meteoritos de esta clase tienen una composición muy diferente de la común. Se ha sugerido que todos los miembros de esta peculiar familia de meteoritos podrían tener un origen común, probablemente un protoplaneta desconocido.

Ahora, Rumble ha ampliado su trabajo para examinar 11 fragmentos de meteoritos, centrándose en la presencia de isótopos de oxígeno. Los isótopos son átomos del mismo elemento que tienen neutrones extra en sus núcleos.

Los isótopos de oxígeno pueden utilizarse para identificar el objeto celeste del que procede el meteorito y determinar si todos los fragmentos provienen realmente de la misma fuente.

Cada cuerpo celeste "progenitor" de meteoritos en el sistema solar, incluyendo la Luna, Marte y el gran asteroide Vesta, tiene una firma distintiva de isótopos de oxígeno que puede ser reconocida, incluso cuando otros factores, como la composición química y el tipo de roca, son diferentes.

Los resultados de los nuevos análisis muestran que toda la gama de isótopos de oxígeno que es típica en los meteoritos de esa rara clase, también estuvo presente en los fragmentos estudiados.

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